miércoles, 11 de mayo de 2016

Sentimientos que vuelan






¡¡¡Hola artefiliáticos!!!

Antes de seguir con las prácticas siguientes, quería retomar la parte de los aviones, aquella en la que teníamos que dibujar en un folio nuestro mayor deseo y nuestro más temido miedo, ¿os acordáis?, pues el objetivo final de esta parte de la práctica, era elegir uno de los aviones y lanzarlo al exterior, quizá como simbolismo de liberación, si es en el caso del miedo o ilusión si es en el caso del deseo.


He considerado oportuno realizar una entrada exclusiva para esta parte, porque me abrumaron una gran cantidad de reflexiones y emociones que me gustaría compartir con vosotros. Sabéis que soy una chica muy natural y pretendo ser lo más sincera posible con todos vosotros, pues bien, para esta parte me grabé en vídeo lanzando el avión que yo había seleccionado y si artefiliáticos, no estoy hecha para la tecnología y perdí dicho instante, pero bueno, intentare reflejar en este escrito las emociones que se observan en mi vídeo.

El avión que yo seleccioné fue el del miedo, aquel que decidí guardar por dentro del avión para que el propio avión protegiese mi miedo y también, esconderlo, si os acordáis en entradas anteriores os comentaba que hay ciertas facetas mías que no me gusta mostrar tan a la ligera, que quizá puede parecer contradictorio cuando estoy poniendo todas mis emociones, pensamientos y reflexiones en un blog on-line... ya sabéis mis contrastes, pero aún así sólo muestro la superficie, la punta del iceberg de todo lo que hay detrás, por debajo o escondido en alguna parte de mi persona.


Sé que el profesor nos pidió que lanzásemos al exterior nuestro avión de papel seleccionado, tuve que desobedecer a lo que el me pedía, no por rebeldía, si no porque no soy falsa con mis sentimientos, no miento, a veces oculto mis emociones, mis sentimientos y mis pensamientos reales a la gente, pero mentir sobre ellos, jamás, porque me estaría engañando a mi misma, me han engañado mucho y no voy a seguir con el castigo provocando que otro de los engaños sea por mi misma, yo me quiero, me respeto y me valoro y eso es importante.
Bueno, que me voy por las ramas, ya sabéis que "charro" mucho, no lancé el avión en el exterior de mi facultad, si no en el pasillo de las clases, es un lugar amplio y largo, pero está cubierto. Decidí lanzarlo en estas condiciones debido a que si lo lanzaba en el exterior me engañaba a mi misma, porque es simbólico de liberación a mi parecer, extrema, y no es así, ojalá fuese tan fácil deshacerme de mis miedos. Yo permito que mis miedos en cierta manera se liberen, que vuelen, pero protegidos por un techo, controlando yo donde vuelan y a donde van. Sentí una liberación momentánea, de la misma forma cuando no pienso en ellos o de forma inconsciente no dejo que me afecten (los picos bajos de la entrada previa), pero no una gran liberación o una liberación total si los lanzase en el exterior, no voy a mentir.

Cuando vi volar mi avión en el pasillo, sentí cierta indiferencia, tristeza e incluso humillación: Indiferencia porque sabía que la liberación iba a ser momentánea, no disfruté realmente de ese momento de liberación, me centre más en la preocupación y el dolor futuro, que casualidad, así soy en mi vida diaria. Tristeza porque era mi miedo, y se me estaba escapando de los dedos, se me estaba yendo, lo estaba soltando y no quería que nadie cogiese mi avión sin mi permiso previo, tenía necesidad de controlar la situación, de ser yo quien lleve las riendas, quien domine, quien mande, en ese instante sentí no sólo pérdida de control al lanzarlo, si no pérdida del control de mis emociones, se iban sin yo quererlo. Y por último, humillación, porque a pesar de estar el miedo escondido y protegido dentro del avión, estaba ahí, mis compañeros vieron mi avión y algunos parte del contenido, es algo mío, ¿por qué tienen que verlo?, ¿me preguntaron antes si quería hacer eso delante del resto?.



Pude presenciar algunos de mis compañeros disfrutar, riéndose lanzando su avión, de la misma manera que un niño, algunos volvieron a la clase con una sonrisa de oreja a oreja y ojos brillantes de felicidad porque realmente habían sentido la liberación, sentí en ellos la misma ilusión que tenemos en la infancia y fue entonces cuando supe que necesitaba sentirme como una niña, no pido riquezas ni inmortalidad, solo demandó jugar una tarde al escondite o al "pilla-pilla" con la gente que me importa, volver a sentir esas emociones, esos sentimientos que ya a penas recuerdo.


Retomando a lo de antes, el objetivo (creo) en el caso del miedo probablemente era sentir la liberación de eliminar de nuestras vidas éste, de que no nos abrume más, que no nos dañe más por tenerlo con nosotros. Al principio, sentí el deseo de lograr lanzar el avión en un futuro en un sitio abierto, una playa quizá, con fuerza, con garra, con ganas etc, lo que todos pensamos ¿no?, yo no se si es lo correcto o no, lo hace la mayoría, sí, pero ¿por qué tengo que hacer lo que todos hagan?, lo que es para la mayoría correcto quizá no lo es para mí. Yo no quiero deshacerme de mi miedo, porque es mío, forma parte de mi, forma parte de mi comportamiento, de mi conducta, de mi personalidad y también de mis emociones, por ello considero que soy rica en sensaciones, gracias a él aprendo, gracias a él soy lo que soy, gracias a él se a donde quiero llegar y también a donde no, gracias a él se lo que quiero y lo que no quiero en mi vida, gracias a él soy mejor persona. 

No quiero deshacerme de mi miedo, no quiero quitármelo de encima, porque estaría lanzando un pedazo de mi corazón y artefiliáticos, valoro demasiado mi corazón como para romperlo y tirarlo como si fuese basura, creo que el problema principal es que a veces permito que dicho avión me ataque, o quizá no sé escuchar realmente lo que me quiere decir, es algo que debo ir reflexionando, valorando y sobre todo seguir aprendiendo.



Gracias




¡¡¡Hasta luego laborfiliáticos!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario